Por Ana Paula Goldar*
La frontera existe para dividir. Siempre está ahí para separar algo de algo o para generar una dicotomía: centro/periferia, luz/oscuridad, sano/enfermo, normal/anormal. Toda la educación (formal/informal) recibida a través de nuestra existencia se reduce a categorías binarias; Grans (Frontera) es un film que busca romper estas categorías intentado no caer en el abismo de los lugares comunes. Para ello se basa en un argumento que va más allá de la cuestión de género (tema que ha sido abordado en numerosas películas).
Tina es una agente de aduanas infalible a la hora de detectar un delito; nada puede pasar por sobre su olfato cuasi animal. Pese a su notoria fealdad (un error de cromosoma dirá ella misma) y su profunda conexión con la naturaleza, la mujer parece vivir una vida común y corriente: trabaja, convive con un hombre con el cual comparte muy poco y de vez en cuando visita a su padre internado en un asilo. Cierto día -y gracias a este olfato sobrenatural- Tina descubre un grave ilícito que generará una gran investigación. Hasta aquí una película policial cualquiera.
Pero todo este castillo de naipes se desmorona cuando Tina se cruza con Vore, una persona con sus mismos rasgos físicos por la cual se siente fuertemente atraída y en la que puede “oler algo que no descifra”. Aquí comienza la verdadera película. Y es justamente aquí donde las fronteras de las que hablábamos se difuminan y comienzan las preguntas en torno a la identidad de estos seres.
La existencia de Tina se verá trastocada y, gracias a Vore, descubrirá otras maneras de habitar el mundo, explorar su cuerpo y amar. El encuentro sexual entre esta pareja dará una de las escenas de amor más hermosas y liberadoras del cine. Surge de esta unión una nueva forma de mirar y de cuestionarlo todo: qué es lo normal, qué es lo sano, y qué sucede con eso que vive al borde, marginado y olvidado.
El marco de la historia, un bosque escandinavo, profundiza un sentimiento que va desde lo mágico a lo fantasmal, abonado por una fotografía sublime que nos sumerge, por momentos, en un cuento de hadas y monstruos. ¿Quiénes son las hadas y los monstruos en este film? No está claro, y es lo que hace que la película funcione.
En un sistema que no nos permite salirnos de la norma y en el cual todo lo diferente es silenciado, Tina descubre el lado más oscuro de la humanidad. De manera que, siguiendo las dicotomías, solo resta preguntarnos si es que estos seres son demasiado bestiales o nosotros somos demasiado humanos.
Grans/Border (Suecia/Dinamarca, 2018), dirección de Ali Abbassi, 108 minutos.
*Ana Paula Goldar nació en General Alvear en 1985. Estudió Cine y Televisión en la Universidad Nacional de Cordoba (UNC). Como guionista y directora realizó dos cortometrajes: Siesta (2013) y Monoblock (2017).
TRANCE ZONDA 